jueves, 5 de julio de 2012


INCENDIOS

“La infancia es un cuchillo clavado en la garganta. No se saca fácilmente”

¿Alguna vez han visto trabajar a un maestro escultor?
 Imaginemos a un escultor. Tiene una gran piedra frente a él. Una piedra que no tiene forma, simplemente es una roca pesada y dura. Saca su martillo y cincel y comienza a trabajar. Un martillazo por aquí. Otro de este lado. Ahora otro por el frente. El cincel poco a poco comienza a entrar sobre esa piedra dura. A cada martillazo, el cincel perfora la piedra intentando darle forma a esta escultura. Llega el momento en que el cincel poco a poco ha llegado al fondo de esta piedra, dejándola frágil y expuesta.

Todo lo anterior es precisamente lo que hace Wajdi Mouawad en su obra Incendios, la cual es parte de una Tetralogía llamada “La sangre de las Promesas”  (junto con Litoral, Bosques y Cielos).
Esta obra dirigida por Hugo Arrevillaga y con un reparto encabezado por Karina Gidi, vuelve al Teatro Benito Juárez  después de haberse presentado exitosamente tanto en el Teatro El Granero como en el Foro Shakespeare.

Incendios es una historia que poco a poco se va revelando, desenvolviendo capa por capa un final en silencio. Un final en el que los asistentes quedamos expuestos, frágiles y sin mas remedio que recoger esos miedos, esas dudas y esos sentimientos que jamás pensamos tener.  
Pero esto no solo lo logra el texto de Mouawad. Esto viene acompañado de la excelsa dirección de Arrevillaga y la grandiosa actuación de Karina Gidi. El martillo y el cincel.

Incendios nos va exponiendo el misterio de los gemelos Julia y Simón, el cual acaban de perder a su madre, Nawal, fallecida en un hospital después de haber permanecido en silencio 5 años. Un silencio que se rompe con una ultima voluntad plasmada en su testamento: deberán buscar a su padre, el cual creían muerto, y buscar a su hermano, del cual no sabían de su existencia. Con esta premisa inicia una montaña rusa de emociones, de secretos al descubierto, de lugares lejanos, de palabras que encierran un dolor inmenso hasta llegar a como lo dice el texto “verdades que no pueden ser reveladas, si no son descubiertas”.

Incendios, de Wajdi Mouawad.


Dirección: Hugo Arrevillaga.


Actuación: Karina Gidi, Pedro Mira, Concepción Márquez, Alejandra Chacón, Rebeca Trejo, Jorge León,  Guillermo Villegas y Javier Oliván.


Villalongín 15, Col. Cuauhtémoc. Metrobús Reforma y Estación del Metro Revolución. A un costado del Monumento a la Madre.


Todos los jueves a las 8 de la noche a partir del 5 de Julio hasta el jueves 2 de agosto.


Boletos en Ticketmaster y en las taquillas del teatro.

domingo, 24 de junio de 2012


2 de Julio ¿ahora qué?


Este fin de semana llega finalmente el día anunciado y esperado por muchos (no, no me refiero a mi cumpleaños número 29), hablo de las elecciones presidenciales para el periodo 2012-2018, aunque no solo se decidirá quien ocupará el cargo de Presidente de la República, también se elegirán varios cargos como Diputados, Senadores, Jefe de Gobierno del D.F. y Jefes Delegacionales.
Todos estos meses de campañas, de anuncios, de spots, de cartelones, de folletos, de encuestas, de movimientos, de redes sociales llenas de apoyo o rechazo a uno a otro candidato, llegan a su fin.
Cada uno de los candidatos se declararan ganadores, sus seguidores festejaran, los noticieros se llenaran de horas de análisis y debates respecto a estas elecciones.
Todo esto el domingo 1 de julio. Pero, ¿Y el 2 de Julio? ¿Qué sigue el 2 de Julio? ¿Nos seguiremos mentando la madre los unos a los otros por apoyar a un candidato? ¿Seguiremos llamando imbécil y manipulado al que no apoya al candidato de nuestro agrado? ¿Los movimientos sociales y/o estudiantiles seguirán protestando y haciéndose sentir? ¿Veremos aun en las redes sociales descalificaciones e insultos contra otros o volveremos a leer lo que esta comiendo alguien o a que concierto acudió recientemente?
Al analizar todo este tiempo de campañas me he dado cuenta de un situación y creo que no debemos cometer el error que algunos piensan cometer. El error del que hablo es el dejar en manos de una sola persona el rumbo y futuro de este país. Una sola persona, sea del color que sea, no cambiara por si solo este país. Aceptémoslo. Alguna vez hubo un hombre al que le llamaron Mesías y bueno, ya todos sabemos como acabo esa historia.
Si me preguntan a mí que es lo que voy a hacer este 2 de Julio y los días siguientes, les puedo decir esto:
Voy a seguir trabajando y haciendo productivo a este país. No voy a esperar a que alguien me de una limosna disfrazada de ayuda social.
Voy a tener un comportamiento cívico. Puedo empezar desde no pasarme un semáforo en alto, no tirar basura en las calles, ceder el asiento en el transporte público a alguien que lo necesite hasta denunciar si soy victima o testigo de algún delito.
Tal vez todo lo anterior suene romántico, cursi o imposible pero estoy convencido de que si ponemos ese pequeño granito de arena desde nuestra trinchera podemos lograr un cambio en la manera en que se vive en este país. Y todo eso sin necesidad de políticos.
Comentarios y mentadas de madre aquí, en Facebook (Facebook.com/pumatarantino) o en twitter @pumatarantino.

martes, 7 de febrero de 2012

Reseña: "La invención de Hugo Cabret"

Georges, has intentado olvidar el pasado por tanto tiempo, pero lo único que te ha causado es infelicidad. Tal vez es momento de que intentes recordar”.
Mama Jeanne.

La Invención de Hugo Cabret o La invención del cine por Martin Scorsese.

En el año 1894 los hermanos Lumière patentaron un aparato llamado cinematógrafo, con el cual iban de feria en feria presentando pequeñas películas las cuales asombraban a la gente por el “realismo” con el que se presentaban trenes llegando a una estación, obreros saliendo de una fabrica o bebes desayunando.
Pero para los Lumière este invento no era más que una simple novedad, algo pasajero, algo que no tenía futuro y ninguna posibilidad comercial. Pero no contaban con el asombro y la visión de un mago llamado Georges Méliès, el cual maravillado por esa maquina llamada Cinematógrafo, decidió comprarles una y ante la negativa de estos, decidió crear su propia máquina cinematográfica.

Pero bueno, antes de que se duerman leyendo la historia de estos personajes, mejor pasemos a lo bueno. Si, me refiero a la nueva película de Martin Scorsese (Taxi Driver, Toro Salvaje, La ultima tentación de Cristo, Pandillas de Nueva York, El aviador, Infiltrados, y un largo etcétera) “La invención de Hugo Cabret” (Hugo).
Pero regresemos un poquito a la historia de Méliès, un hombre que vio en el cinematógrafo una manera de contar historias, de crear mundos, de crear fantasías y como dicen en la película, de plasmar los sueños en una pantalla.

“Si alguna vez te has preguntado de dónde vienen tus sueños, mira a tu alrededor... aquí es donde se hacen”. Georges Méliès.

Y creo que no solo el cinematógrafo se invento para que Méliès llegara a contar historias, creo que el cine se invento para que Scorsese llegara a filmar.

Siempre había odiado el formato 3D. Se me hacia incomodo y sin chiste. El ver que una espada se aparece en mi cara o que unos gigantes azules se vean mas cerca de mi butaca me parece algo innecesario, aburrido y sin nada que aportar a la historia, eso sin contar el sobre precio de las salas 3D. Pero tenía que llegar Scorsese y demostrar que el 3D se puede usar de una manera increíble, que el 3D sirve para la película, sirve para adentrarte a la historia que esta contando, para dejarte con la boca abierta y que nunca la cierres hasta que vayas saliendo de la sala de cine. Scorsese utiliza el 3D como debe usarse, no como un truco, sino como una mejora de la película como un todo.

Señoras y señores, una vez más Scorsese lo ha logrado. Si. Ha reinventado el cine. Ha reinventado la forma de filmar. Ha reinventado la forma de contar una historia infantil y llevarla mas allá.

"La invención de Hugo Cabret", trata de un niño huérfano que vive en la estación de Paris en los años 30, él se esconde en el laberinto de escaleras y engranajes de los mecanismos de los relojes de la estación, de los cuales de encarga de su funcionamiento para mantenerlos justo a tiempo. Hugo pasa su tiempo robando piezas de una juguetería propiedad de un hombre llamado Georges Méliès (interpretado magistralmente por Ben Kingsley) porque está tratando de reconstruir un autómata, el cual es el único recuerdo de su padre.

La forma en que la película se ocupa de Méliès es encantadora en sí pero la primera mitad de la película está dedicada a las aventuras del héroe. La manera en que la película utiliza el CGI y otras técnicas para crear la estación de tren y la ciudad, es impresionante. La toma inicial abre sobre el paisaje urbano de París y termina con Hugo mirando a través de una abertura en la esfera de un reloj muy por encima del suelo de la estación.
El padre de Hugo, visto a través de flashbacks, le ha dejado una libreta, la cual contiene sus planos para terminar el autómata. Un día, Hugo es capaz de compartir su secreto con una chica llamada Isabel, que también pasa su tiempo en la estación, y fue criada por Méliès y su esposa. Ella se introduce en el mundo secreto de Hugo, y él en el suyo - los libros.

Para un amante del cine, las mejores escenas vienen en la segunda mitad, con flashbacks que trazan la historia y trayectoria de Georges Méliès. Tal vez hayan visto su cortometraje más famoso, "Un viaje a la Luna", en la que viajeros del espacio entrar en una nave que es disparada hacia la Luna y se incrusta justo en el ojo de esta.



Scorsese ha hecho documentales sobre grandes películas y directores, y aquí es donde usa sus habilidades para contar historias. Vemos a Méliès construyendo el primer estudio de filmación de todo la historia, utilizando sets y disfraces para hacer películas con efectos mágicos - todas ellas pintadas a mano, cuadro por cuadro. Pero a medida que la historia avanza, nos vamos adentrando en ese mundo mágico que es el cine. Ese mundo en que todo es posible, el mundo en que la imaginación y la creatividad pueden hacer nuestros sueños realidad y creo que eso es lo que hace mucha falta en el cine de estos tiempos. Creatividad. Imaginación. Voltear un poco al pasado.
No, no me refiero a volver a filmar clásicos o películas de antaño. Me refiero a que ahora todo es CGI, todo es, digamos, artificial. Ya no hay inventiva, ya no hay esos tiros de cámara con los cuales crear ilusiones. Ahora todo es crear algo en la computadora y listo.
Por eso queridos lectores, si los Lumière inventaron el cinematógrafo, si Méliès invento técnicas para crear historias con el cinematógrafo, Scorsese jovencitos, ha inventado el cine. Gracias.